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Pintura. David Padilla da unas indicaciones a uno de sus alumnos del taller que imparte en la Económica.

Revista
Cómo trasladar la emoción primera a un cuadro
El pintor jiennense David Padilla es el responsable del taller de pintura y retrato que imparte en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, una experiencia que le permite seguir aprendiendo junto a sus alumnos.




Antonia merino / Jaén Rodeado de caballetes y alumnos, David Padilla se nota que está relajado en esta nueva faceta de docente, que desde hace unos meses compagina con la “soledad buscada” de su estudio. Una experiencia que le reporta una gran satisfacción. “Además de enseñar, vengo a aprender. Estas clases te hacen refrescar una serie de conceptos que tenía aparcados y que, de una manera u otra, he refrescado”, comenta Padilla para defender este tipo de propuestas, que desde su punto de vista no desvirtúan la imagen de un pintor “bohemio y solitario”. “Es un trabajo que se complementa”. David Padilla imparte clases a una veintena de alumnos a los que trata de explicar nociones básicas del dibujo y del retrato. Les enseña a mirar, a comprender y a emocionarse con lo que ven para poder luego trasladarlo al espectador. Una proceso de aprendizaje nada sencillo. “El talento, añade, no se enseña, pero con honestidad trato de explicar los trucos de este oficio”. En este sentido, asegura que él, en sus clases, trata de enseñar un estilo y una elegancia. Pero lo que sí hace es inculcar su pasión y su amor por la pintura. Así lo percibe Inmaculada Ruiz de Adana, farmacéutica de profesión. “No me había planteado dedicarme a esto, pero David Padilla ha hecho que comprenda mejor lo que significa este mundo. Me ha enseñado a mirar más allá de lo que se ve y a descubrir lo que hay detrás cada rostro”, afirma esta pupila que le sigue, también, en el taller que da en la Universidad Popular Municipal (UPM) desde el año pasado. Un curso con el que el creador se siente realmente motivado por la respuesta que ha tenido del público. “Soy de los que opinan que este tipo de iniciativas tienen que partir de lo público y no de lo privado. Hay que abrirse a la gente y ofertar estos talleres para que el público tenga esa posibilidad”, comenta David Padilla, que confía en tener una continuidad para brindar la oportunidad a sus alumnos de profundizar en el aprendizaje del conocimiento de esta técnica.
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